Recordemos que nuestro cuerpo se encuentra en una temperatura de 37°C idealmente y al sentir calor o la sensación de calor el cuerpo va a pedir la manera de regular su temperatura con la forma más fácil que es ingerir una bebida fría, pues ésta provoca una mejor sensación térmica, pero, si se ingiere de golpe, el cuerpo se enfría bruscamente y volver a su temperatura regular implica un mayor gasto de energía que mantendría la sensación de calor